Literal, antes llevaba todo en papel y WhatsApp. Era un caos. Con DojoFlow no solo me ordené, también siento que mis alumnos valoran más el dojo. Todo está más claro para ellos y para mí.
Lo que más rescato es el seguimiento de alumnos. Antes, si alguien dejaba de venir, ni me daba cuenta hasta fin de mes. Ahora tengo alertas y puedo llamarlos a tiempo. Eso hizo una gran diferencia.
No sabía si valía la pena cambiar, pero me sorprendió lo fácil que fue empezar. En una semana ya tenía todo corriendo. Me gusta que no necesito estar todo el día frente al celular para que las cosas funcionen.